Por Fernanda Amaya.
Tras una carrera de 35 años como uno de los grupos pop más influyentes de México, Lidia, Mariana, Erika, M’Balia, Kalimba, Oscar y Ari se despidieron juntos en un último concierto ante 18 mil fanáticos en la Arena Ciudad de México.
El show fue un viaje a través del tiempo y los éxitos de la banda, con cambios de vestuario que reflejaban distintas épocas. Desde looks rockeros con medias de malla y estoperoles hasta atuendos blancos y prendas ochenteras, la noche fue un festín visual que llevó a la audiencia por un recorrido de nostalgia y celebración.
El repertorio extenso abarcó diversas etapas de su carrera. Canciones emblemáticas como «Más que amor», «Love colada», y «Tus besos» dieron inicio al evento, provocando que todos se levantaran de sus asientos para disfrutar con energía el comienzo de esta despedida única. Los integrantes compartieron discursos emotivos, expresando su gratitud hacia sus seguidores por el apoyo incondicional a lo largo de los años.
Óscar agradeció profundamente la oportunidad de ser parte de la vida de sus seguidores, mientras que Kalimba confesó sentirse conmovido por el apoyo constante de los melómanos. Mariana enfatizó cómo juntos marcaron toda una generación, compartiendo su gratitud por los momentos vividos con los fans. Y Ari, de manera solemne, reiteró que ese sería su último concierto.
Momentos de gran emotividad se vivieron con la participación de los hijos de los cantantes durante la interpretación de «Te necesito», creando una atmósfera cargada de nostalgia. La banda continuó el concierto con éxitos como «Vuela más alto», «Shabadabada», «Enloqueceme», culminando con una despedida memorable al entonar «No me voy».
Este evento, titulado “El gran final”, no solo fue un concierto de despedida, sino un tributo a una trayectoria musical que dejó huella en la industria. Los fanáticos, entre lágrimas y aplausos, despidieron a OV7, una banda que marcó corazones y generaciones con su música a lo largo de tres décadas y media.