Por Sinai Peña
Un estudio reciente de la Asociación Americana del Corazón ha destacado la estrecha relación entre el ambiente compartido y la incidencia de presión arterial alta en parejas mayores de 50 años en varios países. La investigación, publicada en el Journal of the American Heart Association, revela que las parejas que comparten una vida en común durante años podrían estar más expuestas a desarrollar hipertensión arterial debido a la adopción de hábitos y estilos de vida similares.
El director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Fundación Favaloro, el doctor Oscar Mendiz, aclara que si bien la hipertensión no es contagiosa, algunos factores de riesgo vinculados a su aparición suelen compartirse entre personas que conviven, como parejas o familiares.
El estudio resalta que el tiempo compartido en una pareja o familia crea un entorno común con patrones de alimentación, actividad física y rutinas de sueño. Aunque no todos los aspectos de la salud son reflejo uno del otro, el estilo de vida común puede influir en los riesgos o beneficios asociados a las conductas diarias.
Factores como alto consumo de sodio, baja ingesta de frutas y verduras, exceso de alcohol y falta de actividad física se identifican como principales desencadenantes de la hipertensión, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio analizó datos de miles de parejas en Estados Unidos, Inglaterra, China e India, observando una correlación significativa en la prevalencia de hipertensión entre cónyuges. En sociedades con una fuerte cohesión familiar, como China e India, donde se comparten actividades sociales y comidas cotidianas, la influencia del estilo de vida compartido aumenta la probabilidad de que ambos miembros de la pareja sufran de presión arterial alta.
El cardiólogo Oscar Mendiz subraya que es menos común encontrar una pareja en la que uno de los miembros mantenga hábitos saludables mientras el otro no lo hace. Sugiere que cuando uno de los integrantes controla los factores de riesgo cardiovascular, es probable que ambos lo hagan.
El estudio enfatiza la importancia del entorno familiar en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial, proponiendo una perspectiva más amplia y considerando los factores sociológicos que rodean a cada paciente. Destaca la necesidad de medidas tempranas, cambios en el estilo de vida y la conciencia sobre la hipertensión como uno de los principales factores de riesgo cardiovascular modificables.
La presión arterial normal se sitúa por debajo de 140/90 mmHg; sin embargo, los expertos recomiendan mantenerla aún más baja para una mejor salud cardiovascular.
