Un reciente estudio publicado en la revista académica The Lancet revela una posible asociación entre el consumo elevado de alimentos ultraprocesados y el riesgo de desarrollar multimorbilidad, la presencia de múltiples enfermedades crónicas, incluyendo cáncer, diabetes y enfermedades cardíacas. Financiado por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer Internacional, el estudio analizó datos dietéticos de 266,666 participantes en siete países europeos entre 1992 y 2000, realizando un seguimiento durante 11 años.
Según Helen Croker, subdirectora de investigación y política del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer Internacional, el consumo de alimentos ultraprocesados, especialmente productos de origen animal y bebidas azucaradas, se vinculó a un mayor riesgo de desarrollar cáncer junto con otras enfermedades. Sin embargo, el profesor Tom Sanders del King’s College de Londres destaca que el aumento del riesgo fue modesto, aproximadamente un 9%.
El método utilizado para evaluar la ingesta alimentaria se basó en cuestionarios de una única ocasión, lo que lleva a Sanders a señalar la importancia de considerar los cambios en los patrones dietéticos a lo largo del tiempo. A pesar de que el estudio no establece una relación causal, diversos estudios han señalado la conexión entre alimentos ultraprocesados y riesgos para la salud.
El científico de nutrición Ian Johnson subraya la probabilidad de que algunos tipos de alimentos ultraprocesados aumenten el riesgo de enfermedades, ya sea por sus efectos perjudiciales directos o al reemplazar opciones más saludables. En Europa, donde más del 50% de la ingesta diaria de alimentos proviene de ultraprocesados, y en Estados Unidos, donde se estima que el 71% del suministro de alimentos es ultraprocesado, los hallazgos generan preocupación.
Es importante destacar que no todos los alimentos ultraprocesados mostraron asociación con el desarrollo de enfermedades crónicas en el estudio. Productos de origen animal y bebidas azucaradas se relacionaron con un mayor riesgo, mientras que otros grupos, como panes y cereales ultraprocesados o productos vegetales alternativos, no mostraron ninguna asociación.
Aunque el estudio no establece una relación causal definitiva, resalta la importancia de limitar el consumo de alimentos ultraprocesados y dar preferencia a opciones frescas o mínimamente procesadas para mantener la salud a largo plazo.