Islandia ha declarado el estado de emergencia y ha instado a más de 3,000 residentes a evacuar la ciudad de Grindavík debido a la posible erupción de un volcán en la península suroccidental. Científicos, incluidos los de la Oficina Meteorológica de Islandia, observaron cambios que indican que el magma se está acercando a la superficie.
Se ha identificado un corredor de magma de 15 kilómetros de largo desde el noroeste de Grindavík hasta el océano Atlántico. Existe la posibilidad de que la erupción sea explosiva, especialmente si ocurre bajo el mar, lo que podría causar problemas para Grindavík y la Laguna Azul. Emanaciones tóxicas, como dióxido de azufre, son preocupantes y podrían afectar a la población local y turistas según la dirección del viento.
La evacuación de Grindavík se realizó debido a la proximidad del corredor de magma, y la supervivencia de la ciudad dependerá de dónde llegue finalmente el magma a la superficie.
Aunque el aeropuerto internacional de Islandia, Keflavík, está cerca de Grindavík, no se espera que la erupción cause el mismo caos que la erupción del volcán Eyjafjallajökull en 2010.
Islandia ha experimentado erupciones volcánicas en el pasado, siendo la más reciente la del sistema volcánico Fagradalsfjall en 2021, que no afectó zonas pobladas.
La presencia de 32 volcanes activos en Islandia se debe a su ubicación en el límite de placas tectónicas. Aunque los científicos no prevén que la erupción sea excepcionalmente grande, la situación es dinámica, y la dirección que tome el magma determinará los impactos finales.