En medio de una ola de indignación, los usuarios del Metro de la Ciudad de México han expresado su frustración por el continuo deterioro del servicio, específicamente en la Línea B. Las quejas se han intensificado debido a las interrupciones frecuentes y a los trenes detenidos que han plagado esta línea desde la semana pasada. Los pasajeros se enfrentan a demoras de hasta 10 minutos en cada estación, y se tardan otros seis minutos en avanzar entre estaciones. Además, la alta afluencia de pasajeros ha exacerbado la situación, generando una experiencia caótica para los viajeros.
El enojo de los usuarios ha llevado a exigir la renuncia del director general del Sistema de Transporte Colectivo, Guillermo Calderón Aguilera. Muchos han expresado su descontento en las redes sociales y han instado a otros a unirse a un boicot, dejando de pagar por el servicio hasta que mejore su calidad. Algunos también han señalado que las mejoras prometidas en otras líneas, como la Línea 1, no se han materializado, lo que ha aumentado la frustración generalizada.
La situación se ha vuelto tan crítica que el cierre de tramos enteros del metro para realizar trabajos de remodelación ha sido anunciado. El tramo de Observatorio a Balderas de la Línea 1 cerrará a partir del miércoles 8 de noviembre, marcando un hito en las continuas dificultades que enfrentan los usuarios del transporte público en la ciudad.
El senador Martí Batres, en una conferencia de prensa, explicó que a partir del jueves 9 de noviembre, se cerrará el tramo de Observatorio a Salto del Agua para llevar a cabo las necesarias labores de modernización. Esta medida ha suscitado preocupaciones adicionales, ya que Salto del Agua es un punto clave para la entrada de maquinaria y materiales necesarios para los trabajos de remodelación.
Los ciudadanos esperan que estas renovaciones, aunque inevitables, se realicen de manera eficiente y oportuna. Con la esperanza de una pronta solución a los problemas actuales, los residentes de la Ciudad de México están unidos en su llamado a una mejora significativa en el sistema de transporte público, un servicio vital para millones de personas en la metrópolis.