Investigadores chinos y estadounidenses han presentado una teoría intrigante que plantea que el manto de la Tierra se formó con los restos del protoplaneta Tea, que colisionó con nuestro planeta hace miles de millones de años. Esta hipótesis, que durante mucho tiempo pareció audaz, ha ganado respaldo y validación al ser publicada en la prestigiosa revista científica «Nature.»
Según esta teoría, la colisión entre la Tierra y Tea, que también contribuyó a la formación de la Luna, dejó rastros de su naturaleza en la parte más profunda y oculta del manto terrestre, donde se originan movimientos sísmicos anómalos. El manto de Tea, al igual que el de la Tierra, está compuesto en gran parte de hierro, pero con una mayor concentración del mismo. Cuando Tea chocó con la Tierra, parte de sus materiales se fusionaron con el manto de nuestro planeta.
Esta fusión, que tuvo lugar hace aproximadamente 4,500 millones de años, se traduce en una diferencia significativa en la densidad del manto terrestre en comparación con el manto de Tea. La densidad del manto de la Tierra se ve afectada por la introducción de materiales de Tea, que, a pesar de la fusión, mantienen una cualidad que los diferencia del manto terrestre. Esta densidad anómala es la responsable de los «movimientos sísmicos anómalos» que ocurren en las áreas más densas del manto de la Tierra.
La investigación, llevada a cabo a lo largo de dos años, fue posible gracias a la colaboración entre el geólogo Qian Yuan y el geofísico Edward Garnero, quienes se dedicaron a explorar esta teoría. El hallazgo proporciona una nueva perspectiva sobre la formación de la Tierra primitiva y cómo la colisión con otros cuerpos celestes moldeó su composición. La teoría sugiere que esta fusión entre Tea y la Tierra fue una «simple consecuencia natural.»
Este descubrimiento arroja luz sobre los procesos que dieron forma a nuestro planeta y contribuye a nuestra comprensión de la evolución de la Tierra en sus primeros momentos.