En medio de los tejados de hojalata oxidados de Kibera, el barrio marginal más grande de Nairobi, una segunda edición de la Semana de la Moda ha tomado por asalto las calles. En un evento que desafía las percepciones convencionales sobre la moda y da voz a una comunidad creativa y talentosa, los diseñadores y modelos de Kibera están demostrando que aquí el estilo y la creatividad están en pleno auge, y lo único que falta son oportunidades.
El diseñador local David Avido, nacido y criado en Kibera, ha sido un pionero en esta iniciativa. Sus creaciones han atraído a estrellas internacionales y, con el apoyo de diversas organizaciones y grupos, ha logrado reunir a 376 candidatos en 11 proyectos que utilizan una amplia variedad de materiales, desde algodón y yute hasta metal y perlas. El enfoque posapocalíptico de Mad Max del diseñador Pius Ochieng, que utiliza componentes reciclados, destaca la diversidad y la innovación presentes en este evento.
La Semana de la Moda de Kibera se diferencia de los desfiles de moda occidentales en su ambiente inclusivo y bullicioso. El público, compuesto en su mayoría por jóvenes, aplaude enérgicamente a las modelos y los diseñadores, creando un ambiente de celebración. Este evento no solo brinda una plataforma para los talentos locales, sino que también educa a la comunidad sobre lo que realmente significa la moda.
Este esfuerzo por cambiar las percepciones tradicionales es esencial en un país donde la moda a menudo se limita a artículos de segunda mano y a importaciones extranjeras costosas. La Semana de la Moda de Kibera demuestra que el mundo de la alta costura y el diseño de moda puede ser accesible y está lleno de potencial.
Este evento es un recordatorio de que el arte de la moda no conoce límites geográficos y que la creatividad puede florecer en las circunstancias más inesperadas. La directora del proyecto, Violet Omulo, destaca la importancia de apoyar y promover la moda africana, subrayando que Kenia y África en su conjunto tienen diseñadores talentosos que merecen el reconocimiento mundial.
Foto: La Jornada