La dismorfia corporal, también conocida como trastorno dismórfico corporal (TDC), es un trastorno de salud mental que afecta profundamente la vida de una persona al generar una preocupación obsesiva por defectos percibidos en su apariencia física. Esta afección puede tener un impacto devastador en la salud mental y la calidad de vida de quienes la padecen. A continuación, se explorará qué es la dismorfia y cómo afecta a una persona.
¿Qué es la dismorfia corporal?
La dismorfia corporal es un trastorno en el cual una persona tiene una percepción distorsionada de su apariencia física. A menudo, quienes la padecen se obsesionan con supuestos defectos, que pueden ser mínimos o inexistentes para los demás. Estos defectos pueden relacionarse con cualquier parte del cuerpo, desde la piel y el cabello hasta la nariz, los senos, los músculos y más. La persona que sufre de dismorfia puede pasar incontables horas examinándose en el espejo, buscando validación de su apariencia y evitando situaciones sociales debido a su ansiedad por la imagen corporal.
¿Cómo afecta a una persona?
La dismorfia corporal puede tener varios efectos perjudiciales en la vida de una persona:
Baja autoestima: La preocupación constante por la apariencia física puede socavar la autoestima de la persona, llevándola a sentirse insatisfecha consigo misma.
Ansiedad y depresión: La dismorfia suele desencadenar ansiedad y depresión, lo que puede dar lugar a una disminución de la calidad de vida, sentimientos de tristeza y aislamiento social.
Comportamientos compulsivos: Las personas con dismorfia suelen realizar comportamientos compulsivos, como revisarse en el espejo de manera excesiva o buscar repetidamente la validación de los demás sobre su apariencia.
Evitación social: El malestar generado por la dismorfia puede llevar a la evitación de situaciones sociales y al aislamiento, ya que la persona puede sentirse avergonzada o insegura acerca de cómo la perciben los demás.
Riesgo de procedimientos innecesarios: Algunas personas con dismorfia pueden recurrir a procedimientos médicos o cirugías estéticas innecesarios en un intento desesperado de corregir lo que perciben como defectos, lo que puede tener riesgos para su salud física y financiera.
La dismorfia corporal es un trastorno grave que afecta profundamente la vida y la salud mental de una persona al convertir la imagen corporal en una obsesión perjudicial. El tratamiento profesional, como la terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, la medicación, puede ser crucial para ayudar a las personas a recuperar una relación más saludable con su cuerpo y su autoimagen. Si tú o alguien que conoces está experimentando estos síntomas, buscar ayuda de un profesional de la salud mental es esencial para la recuperación.
