En el pintoresco Pueblo Mágico de San Pedro Atocpan, ubicado en la Alcaldía Milpa Alta, dio inicio el pasado 30 de septiembre la esperada Feria Nacional del Mole 2023. Esta festividad, que se prolongará hasta el 22 de octubre, ofrece a visitantes nacionales e internacionales una auténtica inmersión en el sabor mexicano y en la rica oferta turística, cultural y gastronómica de la región.
En la ceremonia de inauguración estuvieron presentes destacadas personalidades, entre ellas, Laura Ita Andehui Ruiz Mondragón, Secretaria de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI) de la Ciudad de México; Lorenzo Arvizo Bencomo, Director General de Equipamiento Turístico, en representación de la Secretaria de Turismo de la Ciudad de México, Nathalie Desplas Puel; Judith Vanegas Tapia, alcaldesa de Milpa Alta, y Nallely Medina Mendoza, presidenta del Comité Organizador de la Feria Nacional del Mole.
Durante su intervención, la titular de SEPI, Laura Ita Andehui Ruiz, resaltó que más de 2 mil 500 familias de San Pedro Atocpan comercializan anualmente más de mil toneladas de mole, lo que representa más del 90 por ciento de la población local.
«Los productores de San Pedro están en un nivel productivo muy competitivo, debido a que el 90 por ciento de la población de Atocpan se dedica a la producción de mole, lo que involucra a más de dos mil 500 familias que comercializan más de 50 mil toneladas de mole al año. Sus principales puntos de venta son los tianguis, mercados públicos y restaurantes de la Ciudad de México», subrayó.
Asimismo, la alcaldesa Judith Vanegas Tapia destacó que la demarcación de Milpa Alta tiene potencial para atraer diversos tipos de turismo y recordó que la Secretaría de Turismo capitalina está desarrollando cinco rutas turísticas en la zona, relacionadas con tradiciones ancestrales y actividades al aire libre.
Se prevé que la Feria Nacional del Mole, además de celebrar la tradición culinaria, tendrá un impacto económico significativo en la región, siendo una oportunidad crucial para la recuperación de la economía local. Se espera la llegada de aproximadamente 300 mil visitantes, casi el doble del año anterior.
En un espacio de 70 mil metros cuadrados, los asistentes tendrán la oportunidad de degustar una amplia variedad de moles, como el rojo con pollo, apiñonado, de frutas, pipián con carne de cerdo y chilacayotes, y conejo en adobo, entre otros. Además, se dispondrán de 21 puntos de venta de mole en polvo y pasta.
Se estima un consumo de unas 15 toneladas de carne de pollo, 12 toneladas de guajolote, 10 toneladas de carne de res, puerco, carnero y cecina, así como seis toneladas de arroz y 80 toneladas de mole, junto con productos locales como verduras y tortillas. Se buscará otorgar la denominación de origen al mole almendrado, producto insignia de la región.
La Feria Nacional del Mole, que se originó en 1978 como parte de una festividad religiosa local, ha perdurado a lo largo de los años, representando no solo a los productores originarios, sino a toda la alcaldía. La elaboración artesanal del mole sigue fieles recetas tradicionales transmitidas de generación en generación, convirtiendo esta festividad gastronómica en una de las más anticipadas en la capital mexicana.
El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Turismo, reafirma su compromiso de promover celebraciones populares como la Feria Nacional del Mole, que preservan las tradiciones y costumbres de los pueblos originarios del Valle de México.
Foto: México desconocido